Imagenología en trauma abdominal cerrado

El trauma abdominal cerrado es una lesión común, especialmente en accidentes automovilísticos, caídas o agresiones. Dado que puede afectar órganos vitales sin signos externos evidentes, la imagenología juega un papel esencial para detectar daños internos de forma rápida y precisa.
¿Qué es el trauma abdominal cerrado?
Este tipo de trauma ocurre cuando el abdomen recibe un impacto sin que exista una herida abierta. A menudo compromete órganos como el bazo, el hígado, los riñones o los intestinos. Algunos pacientes pueden presentar síntomas leves al inicio, por lo que un diagnóstico por imagen oportuno es vital.
Técnicas de imagen utilizadas
Ultrasonido FAST (Focused Assessment with Sonography for Trauma):
Es el estudio inicial más utilizado en urgencias. Permite detectar la presencia de líquido libre en cavidades abdominales, lo que puede indicar sangrado interno. Es rápido, no invasivo y se puede realizar a pie de cama.
Tomografía Computarizada (TC):
Es la técnica más precisa para evaluar lesiones internas. Proporciona imágenes detalladas de órganos, vasos y tejidos blandos, ayudando a identificar hematomas, laceraciones o rupturas. Se considera el método de elección en pacientes estables con sospecha de trauma abdominal.
Radiografía simple:
Aunque su uso es limitado, puede ser útil para detectar fracturas de costillas, presencia de aire libre (sugiere perforación intestinal) o desplazamientos óseos.
Importancia del diagnóstico por imagen
Un diagnóstico rápido y preciso con técnicas de imagen reduce el riesgo de complicaciones graves, evita cirugías innecesarias y permite tomar decisiones médicas fundamentadas. Además, ayuda a monitorizar la evolución del paciente sin métodos invasivos.
La imagenología es una herramienta clave en el manejo del trauma abdominal cerrado. Su correcta utilización permite identificar lesiones internas de forma rápida, mejorando el pronóstico y reduciendo riesgos para el paciente.