Hallazgos radiológicos en escoliosis

Hallazgos radiológicos en escoliosis

La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral en el plano coronal. Aunque puede tener origen idiopático, congénito o neuromuscular, la imagenología es fundamental para confirmar el diagnóstico, cuantificar la deformidad y orientar el tratamiento.

¿Qué se observa en una radiografía?

La radiografía simple en proyección anteroposterior (AP) suele ser el primer estudio indicado. En ella se identifican varios hallazgos característicos, entre los que destacan:

  • Curvatura lateral de la columna, con desviación del eje vertebral.
  • Rotación vertebral, observable cuando el pedículo se desplaza hacia la línea media o más allá.
  • Desalineación de las apófisis espinosas.
  • Asimetría costal o pélvica, especialmente en curvas torácicas.

Por otro lado, la radiografía lateral permite evaluar alteraciones en la curvatura sagital, como hipercifosis o hiperlordosis.

Ángulo de Cobb: medición clave

El ángulo de Cobb se utiliza para cuantificar la severidad de la escoliosis. Para medirlo, se trazan líneas paralelas a las placas terminales de las vértebras más inclinadas, y se calcula el ángulo entre ellas.

  • Menos de 10°: no se considera escoliosis verdadera.
  • 10°–25°: curva leve.
  • 25°–40°: curva moderada.
  • Más de 40°: curva severa, con posible indicación quirúrgica.

Estudios complementarios

Además de la radiografía convencional, pueden requerirse:

  • Radiografías en bipedestación y flexión lateral, que ayudan a valorar la flexibilidad de la curva.
  • Resonancia magnética, útil en escoliosis atípica o con síntomas neurológicos.
  • Tomografía computarizada, especialmente en planificación quirúrgica.

En resumen, los hallazgos radiológicos en escoliosis son esenciales no solo para confirmar la presencia de la deformidad, sino también para clasificar su gravedad y decidir el mejor enfoque terapéutico.