Imagenología de columna lumbar en dolor crónico

El dolor lumbar crónico es una de las causas más frecuentes de consulta médica y discapacidad a nivel mundial. Aunque el examen físico y la historia clínica son fundamentales, los estudios de imagen complementan el diagnóstico, ya que permiten identificar causas estructurales y orientar el tratamiento.
¿Cuándo se deben solicitar imágenes?
No todo dolor lumbar crónico requiere estudios de imagen de forma inmediata. Según las guías clínicas, es recomendable solicitarlos cuando:
- El dolor persiste por más de 6 semanas sin mejoría.
- Aparecen síntomas neurológicos, como ciática, debilidad o alteraciones sensitivas.
- Existe sospecha de patologías graves, como fracturas, infecciones o tumores.
- Se considera una cirugía o intervención específica.
Modalidades de imagen más utilizadas
1. Radiografía simple
Suele ser el primer estudio indicado. Aunque es útil para detectar escoliosis, espondilolistesis o fracturas, tiene una capacidad limitada para mostrar tejidos blandos.
2. Resonancia magnética (RM)
Es la técnica más sensible para evaluar estructuras como discos intervertebrales, médula, raíces nerviosas y canal espinal. Por tanto, es ideal para hernias, estenosis, tumores o infecciones.
3. Tomografía computarizada (TC)
Se utiliza cuando la RM está contraindicada o se necesita mayor detalle óseo, como en fracturas o cirugías previas.
4. Estudios dinámicos
Radiografías en flexión y extensión ayudan a detectar inestabilidad vertebral, especialmente en contextos quirúrgicos.
Consideraciones finales
Sin embargo, es fundamental correlacionar los hallazgos con la clínica del paciente. De hecho, muchos cambios degenerativos pueden observarse en personas asintomáticas. Por eso, la imagenología debe ser parte de una evaluación integral, no un sustituto del juicio clínico.
El uso adecuado de estudios de imagen en dolor lumbar crónico mejora el diagnóstico y evita intervenciones innecesarias, siempre que se apliquen con criterio clínico.