Trauma renal: evaluación por imagen en lesiones contusas y penetrantes

Trauma renal: evaluación por imagen en lesiones contusas y penetrantes

El trauma renal representa hasta el 10 % de las lesiones abdominales y puede originarse por mecanismos contusos —como accidentes automovilísticos o caídas— o por heridas penetrantes, incluyendo lesiones por arma blanca o de fuego. La identificación temprana y precisa es esencial para prevenir complicaciones como hemorragia, pérdida de función renal o hipertensión secundaria.

Rol de la imagen en el diagnóstico

La evaluación por imagen permite clasificar la gravedad del trauma, identificar lesiones asociadas y guiar la elección entre manejo conservador o quirúrgico.

Ecografía FAST: útil en la valoración inicial para detectar líquido libre abdominal. Su accesibilidad y rapidez la convierten en una herramienta clave en urgencias, aunque su capacidad para caracterizar lesiones renales es limitada.

Tomografía computarizada (TC) con contraste: considerada el estándar de oro para evaluar el trauma renal. Permite visualizar laceraciones, hematomas, extravasación de orina y compromiso vascular. Además, clasifica la lesión según la escala de la American Association for the Surgery of Trauma (AAST).

Resonancia magnética (RM): menos utilizada en el contexto agudo, pero útil en pacientes con alergia a contrastes yodados o para evaluar lesiones complejas.

Beneficios del diagnóstico por imagen

Una adecuada caracterización de la lesión renal ayuda a evitar intervenciones innecesarias y favorece un tratamiento dirigido. En lesiones leves a moderadas, el manejo conservador suele ser seguro y efectivo; en casos graves, la información obtenida por imagen es fundamental para planificar la cirugía o la embolización.

En resumen, la imagenología es un pilar en el abordaje del trauma renal, asegurando un diagnóstico oportuno y una estrategia terapéutica adecuada.