Radiografías intervencionistas en el tratamiento de cáncer
En el tratamiento del cáncer, las radiografías intervencionistas ofrecen opciones terapéuticas precisas y menos invasivas. Estas técnicas utilizan imágenes de alta resolución, como la fluoroscopia y la tomografía computarizada, para guiar procedimientos terapéuticos directamente en el sitio afectado por el cáncer.
Una de las aplicaciones más destacadas de las radiografías intervencionistas en oncología es la ablación por radiofrecuencia. Este procedimiento utiliza radiografías en tiempo real para dirigir agujas especiales hacia el tumor, donde se aplica energía de radiofrecuencia para destruir las células cancerosas. Es particularmente efectivo en tumores pequeños y accesibles, ofreciendo una alternativa a la cirugía tradicional con menos riesgos y tiempos de recuperación más cortos.
Otro uso crucial es la embolización, donde se utilizan radiografías para guiar la colocación de pequeñas partículas o dispositivos para bloquear los vasos sanguíneos que alimentan el tumor. Este método se emplea para reducir el suministro de sangre al cáncer, lo que puede reducir su tamaño antes de la cirugía o incluso eliminar la necesidad de ella en algunos casos.
Las radiografías intervencionistas también son fundamentales en la colocación precisa de dispositivos médicos como catéteres y stents en el sistema vascular. Esto facilita la administración de quimioterapia directamente en el sitio del tumor. Por ende, mejora la eficacia del tratamiento y minimiza los efectos secundarios al limitar la exposición del resto del cuerpo a los medicamentos.