Radiografías intervencionistas en cardiología
Las radiografías intervencionistas permiten procedimientos mínimamente invasivos y altamente precisos. Este tipo de radiografías, también conocidas como fluoroscopias, juegan un papel crucial en la visualización en tiempo real de estructuras cardiacas y vasculares durante procedimientos terapéuticos y diagnósticos.
Uno de los principales usos de las radiografías intervencionistas en cardiología es guiar la colocación de stents. Estos pequeños dispositivos metálicos se utilizan para mantener abiertas las arterias estrechadas y restaurar el flujo sanguíneo normal al corazón. Mediante la fluoroscopia, los cardiólogos intervencionistas pueden ver en directo cómo se inserta y posiciona el stent, asegurando que esté correctamente alineado y fijado.
Las radiografías intervencionistas son fundamentales para el tratamiento de arritmias cardíacas.
Durante los procedimientos de ablación por catéter, donde se eliminan las células cardiacas responsables de las arritmias, la fluoroscopia ayuda a visualizar el catéter y su posición exacta en el corazón. Esto mejora significativamente la precisión y reduce el tiempo necesario para completar el procedimiento.
Otro ámbito crucial es la embolización de malformaciones vasculares. Utilizando la guía de la fluoroscopia, los radiólogos intervencionistas pueden insertar pequeñas partículas o coils a través de un catéter para bloquear o reducir el flujo sanguíneo a malformaciones como aneurismas o malformaciones arteriovenosas, sin necesidad de cirugía invasiva.