PET-CT en linfoma: diagnóstico, extensión y control del tratamiento

El linfoma es un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático, una parte clave del sistema inmunológico. Para diagnosticarlo con precisión y seguir su evolución, una de las herramientas más útiles es el estudio PET-CT, una técnica avanzada de imagen médica.
¿Qué es el PET-CT?
El PET-CT combina dos tecnologías: la tomografía por emisión de positrones (PET), que muestra la actividad metabólica de las células, y la tomografía computarizada (CT), que ofrece imágenes anatómicas detalladas. Juntas, proporcionan una visión completa del cuerpo y permiten detectar zonas con actividad tumoral.
¿Cómo ayuda en el linfoma?
Antes de iniciar el tratamiento, el PET-CT permite ver cuántas áreas del cuerpo están afectadas y con qué intensidad. Esto se conoce como estadificación. Después, durante y al finalizar el tratamiento, se utiliza para evaluar si el cáncer ha respondido bien o si persisten focos activos.
¿Por qué es tan valioso?
A diferencia de otras imágenes que solo muestran el tamaño de los ganglios, el PET-CT revela si hay actividad cancerosa, incluso si los ganglios parecen normales. Esto permite ajustar el tratamiento de forma personalizada, evitando terapias innecesarias o detectando recaídas a tiempo.
El PET-CT se ha convertido en una herramienta esencial en el manejo del linfoma, tanto para conocer la extensión inicial de la enfermedad como para monitorear la respuesta al tratamiento y mejorar los resultados del paciente.