RM para evaluar esclerosis múltiple: ¿qué se ve realmente?

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica crónica caracterizada por la desmielinización del sistema nervioso central. Esta pérdida de mielina, que actúa como aislante de las fibras nerviosas, genera una serie de síntomas neurológicos que varían enormemente entre los pacientes. Para su diagnóstico y seguimiento, la resonancia magnética (RM) es una herramienta clave. Pero, ¿qué se ve realmente en una RM cuando hablamos de esclerosis múltiple?
¿Por qué es tan importante la RM en la EM?
Desde hace décadas, la RM se ha convertido en el pilar del diagnóstico de la EM. No solo permite visualizar lesiones que serían invisibles en otros estudios, sino que también ayuda a monitorizar la evolución de la enfermedad y evaluar la respuesta al tratamiento. De hecho, los criterios diagnósticos más recientes (como los de McDonald) se basan en gran medida en hallazgos de la RM.
¿Qué se busca en una RM?
La RM cerebral y medular permite observar las lesiones típicas de la EM, que se manifiestan como áreas de hiperintensidad (zonas brillantes) en secuencias T2 y FLAIR. Las características más relevantes incluyen:
- Lesiones periventriculares: adyacentes a los ventrículos laterales; son muy sugestivas de EM.
- Lesiones yuxtacorticales: cercanas a la corteza cerebral.
- Lesiones infratentoriales: en el tronco encefálico o cerebelo.
- Lesiones medulares: se pueden ver en RM de médula espinal, especialmente en segmentos cervicales.
Además, con el uso de gadolinio como contraste, pueden detectarse lesiones activas que captan el contraste, indicando inflamación en curso.
Secuencias clave en la RM
- T2/FLAIR: para ver la carga lesional total.
- T1 con gadolinio: para identificar lesiones activas.
- T1 sin contraste (lesiones negras): pueden representar daño axonal irreversible.
- Secuencias DIR y SWI (en estudios más avanzados): mejoran la detección de lesiones corticales y depósitos de hierro, respectivamente.
Más allá de las lesiones: atrofia cerebral
La RM también puede mostrar atrofia cerebral, es decir, pérdida de volumen cerebral. Aunque es menos visible en las fases iniciales, se ha convertido en un marcador importante de progresión. La atrofia puede correlacionarse con deterioro cognitivo y discapacidad a largo plazo.
Limitaciones y desafíos
A pesar de su alta sensibilidad, la RM no lo muestra todo. Algunos síntomas clínicos pueden no tener correlato visible en la imagen, especialmente en formas progresivas de EM. Además, ciertas lesiones pueden ser difíciles de distinguir de otros procesos como migraña o pequeños infartos.
La RM es una herramienta fundamental en el manejo de la esclerosis múltiple. Nos permite ver más allá de los síntomas, identificar lesiones activas y acumuladas, y seguir la evolución del paciente. Sin embargo, interpretar una RM en EM requiere experiencia y conocimiento del contexto clínico. En definitiva, la RM nos muestra mucho… pero no lo es todo. Es la combinación de la clínica, la imagen y otros biomarcadores lo que realmente permite comprender esta compleja enfermedad.