Trombosis venosa mesentérica: hallazgos por imagen y diagnóstico oportuno

La trombosis venosa mesentérica es una condición vascular poco frecuente, pero potencialmente grave. Se produce cuando un coágulo obstruye las venas que drenan el intestino, afectando el flujo sanguíneo y poniendo en riesgo la viabilidad intestinal. Dado que sus síntomas pueden ser inespecíficos, la imagenología juega un papel esencial para realizar un diagnóstico oportuno.
¿Por qué se sospecha?
Los pacientes suelen presentar dolor abdominal agudo, que puede ser desproporcionado en relación con los hallazgos físicos. También puede haber náuseas, vómitos, fiebre o distensión abdominal. En fases avanzadas, puede aparecer sangrado digestivo o signos de peritonitis.
Estudios por imagen más utilizados
Tomografía computarizada (TC) con contraste intravenoso:
Es el estudio de elección. Permite identificar directamente el trombo en las venas mesentéricas, evaluar la perfusión intestinal y detectar signos de isquemia como engrosamiento de la pared intestinal, asas dilatadas, gas portal o ascitis.
Resonancia magnética (RM):
Se utiliza en casos específicos, especialmente en pacientes con contraindicación a la TC o para seguimiento. Puede mostrar los mismos hallazgos con alta sensibilidad, aunque su uso en urgencias es más limitado.
Valor clínico del diagnóstico por imagen
La detección temprana permite iniciar anticoagulación y evitar complicaciones graves como la necrosis intestinal. Además, la imagen guía la decisión de tratamiento conservador o quirúrgico y permite monitorear la evolución del paciente.
Ante dolor abdominal persistente y sin causa clara, la imagen puede ser la clave para salvar vidas.