Radiología digital: reducción de la exposición a la radiación
La radiología digital ha ofrecido múltiples beneficios en comparación con las técnicas tradicionales de radiografía analógica. Uno de los avances más significativos es su capacidad de reducir la exposición a la radiación. Una preocupación central tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud.
En las radiografías convencionales, se utiliza una cantidad considerable de radiación para obtener imágenes diagnósticas de alta calidad. Sin embargo, las tecnologías digitales han permitido disminuir significativamente esta dosis sin comprometer la claridad y la precisión de las imágenes. Los sistemas de radiología digital utilizan detectores de imagen más sensibles, que requieren menos radiación para producir imágenes nítidas y detalladas.
La radiología digital también permite una mayor precisión en la dosificación.
Los equipos modernos están diseñados con software avanzado que ajusta automáticamente los niveles de radiación según el tipo de estudio y la anatomía del paciente. Esta personalización asegura que se utilice la mínima cantidad de radiación necesaria para obtener una imagen diagnóstica adecuada.
Otro aspecto crucial es la capacidad de almacenamiento y transmisión de imágenes digitales. Las imágenes pueden ser fácilmente almacenadas en sistemas PACS, facilitando su acceso y revisión por parte de múltiples especialistas. Con ello, se reduce la necesidad de repetir estudios radiológicos, disminuyendo aún más la exposición a la radiación.
La radiología digital también ofrece una mejor calidad de imagen y la posibilidad de manipular las imágenes para mejorar el diagnóstico. Por ejemplo, los radiólogos pueden ajustar el contraste y el brillo, y aplicar diversas técnicas de procesamiento para resaltar detalles específicos. Estas capacidades no solo mejoran la precisión diagnóstica, sino que también contribuyen a reducir la necesidad de imágenes adicionales.