Lesiones quísticas pancreáticas: interpretación radiológica y enfoque clínico

Las lesiones quísticas del páncreas son hallazgos cada vez más frecuentes, en su mayoría incidentales, gracias al uso extendido de estudios de imagen. Aunque muchas son benignas, algunas tienen potencial maligno, por lo que es clave distinguirlas adecuadamente mediante imagenología.
¿Qué son las lesiones quísticas pancreáticas?
Son formaciones llenas de líquido que pueden aparecer en cualquier parte del páncreas. Se clasifican en varios tipos, como quistes simples, neoplasias mucinosas, IPMN (neoplasia papilar mucinosa intraductal), y quistes serosos, entre otros.
Estudios por imagen más útiles
Tomografía computarizada (TC):
Permite valorar el tamaño, la localización y las características internas del quiste (pared, tabiques, calcificaciones, etc.). Es el primer paso para caracterización general.
Resonancia magnética (RM) con colangiorresonancia (MRCP):
Es el método más sensible para observar la comunicación con el conducto pancreático y analizar el contenido quístico. Es clave para el diagnóstico diferencial entre IPMN y otras lesiones.
Ultrasonido endoscópico (EUS):
Se utiliza en casos seleccionados para obtener imágenes detalladas y, si es necesario, aspirar líquido del quiste para análisis bioquímico y citológico.
¿Por qué es importante?
La correcta interpretación por imagen permite clasificar la lesión, definir el riesgo de malignidad y guiar el manejo: seguimiento, cirugía o tratamiento conservador. Un enfoque clínico e individualizado es fundamental.
La radiología es clave para tomar decisiones seguras frente a lesiones quísticas pancreáticas.