Excursión de un radiólogo en el flujo de cuatro dimensiones y la válvula aórtica bicúspide.
Entre los métodos de evaluación funcional se encuentran las imágenes de perfusión para el ictus isquémico agudo, la RM cardíaca para la viabilidad del miocardio y la función ventricular; y la elastografía por RM del hígado. Estos métodos van de la mano de técnicas de cuantificación estandarizadas que pueden proporcionar parámetros clave de alto rendimiento que informan sobre el diagnóstico y las decisiones de tratamiento o mejoran el pronóstico. Algunos ejemplos de estos tipos de técnicas de cuantificación estandarizadas son el volumen sanguíneo cerebral y el tiempo de tránsito medio, la reserva de perfusión miocárdica y el análisis de la deformación, y la rigidez hepática.
¿Cómo es la evaluación de estas patologías?
La evaluación funcional para valorar las anomalías patológicas vasculares frente a la inmunohistoquímica de la pared de los vasos de referencia fue una de las primeras en explorarse. Algunos ejemplos son la caracterización biomecánica de las lesiones ateroscleróticas; las mediciones reológicas de la sangre y el realce de la pared de los vasos con agentes de contraste para evaluar la microvasculatura inflamatoria. Sin embargo, salvo algunas excepciones notables para evaluar la función vascular dieron lugar a un parámetro clave para su uso clínico. Es importante preguntarse por qué.
Un componente de la respuesta que buscamos puede ser la reproducibilidad de las mediciones. Elbaz se propuso abordar estos importantes temas, a saber, la reproducibilidad y la accesibilidad. En su estudio retrospectivo transversal, desarrolló un análisis cuantitativo accesible que puede realizarse fácilmente con un mínimo de experiencia del usuario final. Además, tiene una alta reproducibilidad para las mediciones de las propiedades del flujo sanguíneo a partir de la RMN de flujo 4D. Tambien puso a disposición la herramienta utilizando GitHub, la plataforma de desarrollo de software colaborativo que resulta familiar a los informáticos y a la mayoría de los radiólogos. Esta plataforma permite compartir fácilmente el software.
¿Qué pruebas se realizaron?
Para proporcionar un parámetro clave estandarizado, los autores aplicaron su técnica a 57 pacientes con VAB que presentaban diversos grados de disfunción de la válvula aórtica. La VAB es un defecto cardíaco congénito común. Las complicaciones más comunes son la disfunción progresiva de la válvula aórtica y la aortopatía. Las mediciones hemodinámicas avanzadas se han explorado como una vía para obtener tales conocimientos. Los primeros estudios de flujo en 4D realizados hace casi 20 años demostraron que la hemodinámica se ve profundamente afectada como consecuencia de una estructura valvular alterada, con chorros de flujo sistólico.
La evaluación funcional hemodinámica de diversas anomalías patológicas vasculares para mejorar la atención a los pacientes requerirá, sin duda, un mayor desarrollo y puesta en común de los denominados marcadores cuantitativos reproducibles mediante pulsadores; pertinentes para cada anomalía patológica. El estudio de Elbaz es un buen ejemplo en el marco de los tres temas que creemos pueden estar relacionados con la escasez de pruebas diagnósticas de evaluación funcional para las anomalías patológicas de la pared vascular. El último obstáculo para cualquier parámetro de este tipo son los estudios longitudinales bien diseñados que puedan identificar y estandarizar los parámetros clave que afectan al tratamiento.
Elbaz ofrece un conjunto de marcadores hemodinámicos fácilmente medibles y reproducibles. Estos marcadores tienen el potencial de añadirse al actual arsenal de mediciones en la RM de flujo 4D o de modularlo, con lo que se continua el camino hacia la mejora de la estratificación del riesgo de esta enfermedad.
[1] Mitsouras, D., & Hope, M. (2019, 8 octubre). A Radiologist’s Excursion in Four-dimensional Flow and the Bicuspid Aortic Valve: Vorticity, Helicity, Wall Shear Stress, and All That. RSNA: Radiology. https://pubs.rsna.org/doi/pdf/10.1148/radiol.2019192076