Dolor torácico atípico: enfoque diagnóstico con estudios por imagen
El dolor torácico atípico representa un desafío clínico, ya que sus causas pueden ir desde alteraciones musculoesqueléticas benignas hasta enfermedades cardiovasculares o pulmonares graves. Cuando la presentación clínica no es clara, los estudios por imagen se vuelven esenciales para orientar el diagnóstico y descartar patologías de riesgo.
Radiografía de tórax: punto de partida
La radiografía sigue siendo el estudio inicial más accesible. Permite identificar causas comunes como neumonía, derrame pleural o fracturas costales. Aunque su sensibilidad es limitada, constituye la base del enfoque diagnóstico inicial, especialmente en el contexto de urgencias.
Tomografía computada: evaluación detallada
La tomografía computada (TC) de tórax es el método más útil cuando la radiografía resulta normal o inespecífica. Permite evaluar el parénquima pulmonar, la pleura, el mediastino y la pared torácica. En casos de sospecha cardiovascular, el angio-TC descarta con alta precisión tromboembolismo pulmonar, disección aórtica o anomalías coronarias.
Resonancia magnética y ecografía: herramientas complementarias
La resonancia magnética cardíaca aporta información funcional y tisular, ideal para descartar miocarditis o cardiopatía isquémica no obstructiva. Por su parte, la ecografía torácica es una opción útil en urgencias para detectar derrames pleurales, neumotórax o alteraciones musculares, especialmente cuando se requiere una valoración rápida y sin radiación.
Relevancia clínica
El enfoque por imagen en el dolor torácico atípico permite descartar causas potencialmente letales y dirigir de forma más precisa el tratamiento. Integrar la clínica con los hallazgos radiológicos reduce diagnósticos erróneos y mejora la seguridad del paciente.



