Angiografía de resonancia magnética: cómo funciona
La Angiografía de Resonancia Magnética (ARM) es una técnica de imagen avanzada que permite visualizar el sistema vascular sin necesidad de procedimientos invasivos. Utilizando potentes campos magnéticos y ondas de radio, genera imágenes detalladas de los vasos sanguíneos, ayudando a diagnosticar diversas condiciones vasculares con gran precisión.
La ARM funciona mediante la combinación de un imán potente y ondas de radiofrecuencia. Cuando el paciente se encuentra dentro del escáner, el campo magnético alinea temporalmente los protones en el cuerpo. Luego, las ondas de radio alteran esta alineación, y al cesar estas ondas, los protones vuelven a su estado original, emitiendo señales que son captadas por el escáner y procesadas por una computadora para crear imágenes detalladas de los vasos sanguíneos.
Una ventaja de la ARM es su capacidad para producir imágenes sin el uso de radiación ionizante, haciéndola más segura que otras modalidades de imagen como la angiografía convencional. Esta, puede diferenciar entre varios tipos de tejidos blandos, proporcionando una visualización clara de arterias y venas.
En algunos casos, se utiliza un medio de contraste, generalmente gadolinio, para mejorar la claridad de las imágenes. Este contraste es menos probable que cause reacciones alérgicas en comparación con los utilizados en otros estudios radiológicos y proporciona detalles adicionales sobre el flujo sanguíneo y la estructura de los vasos.
La ARM es particularmente útil en la evaluación de enfermedades cerebrovasculares, como los accidentes cerebrovasculares. También se usa en la identificación de problemas en arterias coronarias, aorta y otras arterias principales. Además, es crucial para planificar intervenciones quirúrgicas y para el seguimiento postoperatorio de pacientes con enfermedades vasculares.