Técnicas Contrastadas para Evaluar el Tránsito Intestinal.

El estudio del tránsito intestinal es esencial para diagnosticar diversas alteraciones del sistema digestivo. Mediante técnicas radiológicas con contraste, los especialistas pueden observar el paso del contenido intestinal y detectar posibles anomalías funcionales o estructurales.
¿En qué consiste el estudio?
Este procedimiento utiliza sustancias de contraste —como el sulfato de bario o agentes yodados— que el paciente ingiere o recibe por vía rectal. Estas sustancias permiten visualizar con claridad el recorrido del bolo alimenticio a través del intestino delgado o grueso. Las imágenes se obtienen mediante radiografías seriadas o fluoroscopía dinámica, lo que ofrece una evaluación en tiempo real del movimiento intestinal.
Aplicaciones clínicas
Las técnicas contrastadas son útiles para detectar:
- Obstrucciones intestinales.
- Tránsito lento o acelerado.
- Estenosis (estrechamiento del lumen intestinal).
- Inflamación o alteraciones por enfermedades como la enfermedad de Crohn.
- Fístulas o divertículos.
También son clave en la valoración de pacientes con síntomas persistentes como dolor abdominal, diarrea crónica o estreñimiento severo, cuando otros estudios no han dado resultados concluyentes.
Ventajas del estudio contrastado
Estas técnicas ofrecen una visualización funcional del intestino, lo que las diferencia de otras pruebas como la tomografía o la resonancia. Además, permiten valorar la coordinación del movimiento peristáltico y la integridad de la mucosa intestinal.
Consideraciones y preparación
Antes del examen, es fundamental seguir una dieta específica y en algunos casos, realizar una preparación con laxantes. El procedimiento es seguro, aunque no se recomienda en ciertos casos de perforación intestinal o en pacientes con alergia al contraste.
Gracias a estas técnicas, los profesionales de la salud pueden tomar decisiones más acertadas sobre el diagnóstico y tratamiento de las patologías digestivas.