Masas quísticas retroperitoneales: enfoque diagnóstico por imagen

Masas quísticas retroperitoneales: enfoque diagnóstico por imagen

Las masas quísticas retroperitoneales son lesiones poco frecuentes que pueden originarse de estructuras linfáticas, urinarias, adrenales o mesoteliales. Debido a la complejidad anatómica del espacio retroperitoneal, su caracterización por imagen es esencial para orientar el diagnóstico y planificar el tratamiento adecuado.

Evaluación por imagen

La tomografía computarizada (TC) es el estudio inicial más utilizado, ya que permite identificar la localización exacta, tamaño, bordes y relación con órganos vecinos. Las lesiones quísticas suelen presentarse como áreas hipodensas con pared delgada y contenido homogéneo, aunque pueden mostrar septos o componentes sólidos que sugieren etiologías más complejas.

La resonancia magnética (RM) aporta una caracterización más precisa del contenido quístico gracias a su alta resolución en tejidos blandos. La secuencia T2 ayuda a distinguir entre contenido líquido, hemático o proteico. En algunos casos, la ecografía puede utilizarse como estudio inicial, especialmente en pacientes pediátricos o en el seguimiento de lesiones simples.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial incluye linfangiomas, pseudocistos pancreáticos, quistes adrenales, quistes mesoteliales y, con menor frecuencia, neoplasias quísticas malignas. Los hallazgos radiológicos, combinados con la historia clínica y los estudios de laboratorio, son claves para establecer la etiología.

En resumen, la imagenología desempeña un papel fundamental en la identificación y caracterización de las masas quísticas retroperitoneales, facilitando un diagnóstico preciso y una adecuada planificación terapéutica, que puede ir desde la observación hasta la resección quirúrgica.