Hematocolpos y anomalías uterinas congénitas: detección por imagen

Hematocolpos y anomalías uterinas congénitas: detección por imagen

El hematocolpos es la acumulación de sangre dentro de la vagina, generalmente secundaria a una obstrucción del tracto reproductivo. Con frecuencia se relaciona con anomalías uterinas congénitas, como el himen imperforado, tabiques vaginales o malformaciones del conducto de Müller. La imagenología es esencial para identificar la causa, valorar la extensión y guiar el manejo oportuno, especialmente en pacientes adolescentes que suelen debutar con dolor pélvico cíclico y amenorrea primaria.

Detección por estudios de imagen

La ecografía pélvica es el método inicial más utilizado, gracias a su disponibilidad y ausencia de radiación. Permite visualizar una colección líquida distendida en vagina o útero, generalmente con ecos internos que sugieren contenido hemático. También ayuda a identificar anomalías estructurales asociadas, como tabiques vaginales o duplicaciones uterinas.

La resonancia magnética (RM) es el estudio de elección cuando se requiere una evaluación anatómica más detallada. Su alta resolución en tejidos blandos permite diferenciar entre vagina, cérvix y útero, valorar el contenido hemático y caracterizar malformaciones complejas. La RM es especialmente útil en la planeación quirúrgica y en casos donde la ecografía resulta limitada por dolor o anatomía poco clara.

Importancia del diagnóstico oportuno

La detección temprana es fundamental para evitar complicaciones como hematómetra, endometriosis secundaria o infertilidad futura. El reconocimiento adecuado de las anomalías uterinas congénitas permite establecer el tratamiento más apropiado, que generalmente consiste en una corrección quirúrgica para restablecer la vía de drenaje.

En conjunto, la imagenología desempeña un papel crucial en el diagnóstico del hematocolpos y en la caracterización de las malformaciones uterinas asociadas, asegurando un abordaje seguro y oportuno para cada paciente.