Evaluación de Patologías Degenerativas en Pacientes Geriátricos
Con el envejecimiento poblacional, el diagnóstico de enfermedades degenerativas en adultos mayores se ha vuelto una prioridad en la atención médica. Las patologías osteoarticulares, neurológicas y musculares afectan la movilidad, la independencia y la calidad de vida del paciente geriátrico. En este contexto, las técnicas de imagen cumplen un rol esencial para identificar, monitorear y orientar el tratamiento de estas condiciones.
Principales Patologías Degenerativas
Las enfermedades más comunes en esta población incluyen la artrosis, la osteoporosis, la espondilosis, y alteraciones neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. Estas patologías progresan de forma silenciosa en muchos casos, por lo que las imágenes permiten una evaluación precoz que resulta clave para evitar complicaciones mayores.
Técnicas de Imagen en Geriatría
Radiografías convencionales
Son útiles para observar cambios estructurales óseos como desgaste articular, pérdida de densidad ósea o deformaciones vertebrales.
Densitometría ósea (DEXA)
Es la técnica estándar para detectar osteoporosis. Evalúa la densidad mineral ósea y permite valorar el riesgo de fracturas.
Resonancia magnética (RM)
Brinda imágenes detalladas del sistema nervioso, músculos y tejidos blandos. Es muy utilizada en casos de demencia, compresión medular o sospecha de microinfartos cerebrales.
Tomografía computarizada (TAC)
Complementa el diagnóstico en procesos óseos complejos y enfermedades neurológicas. Permite identificar lesiones cerebrales, calcificaciones o fracturas difíciles de ver en radiografías.
Importancia del Diagnóstico por Imagen
El uso adecuado de estas herramientas favorece un abordaje integral y personalizado. Permiten:
- Establecer diagnósticos tempranos.
- Monitorear el avance de la enfermedad.
- Planificar tratamientos con menor riesgo y mayor efectividad.
- Mejorar la calidad de vida del paciente geriátrico.
La evaluación de patologías degenerativas mediante imágenes es clave para detectar alteraciones a tiempo y ofrecer tratamientos más eficaces. En geriatría, estas técnicas representan un pilar fundamental para el cuidado preventivo y la atención médica de calidad.
